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Introducción

Salamanca, ciudad que la hace única por su encanto añejo, con un centro histórico donde se ha conservado intacta su pureza arquitectónica. Cuna de cultura, de saberes, de universidades, de pensamiento, ciudad del español. Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 y Ciudad Europea de la Cultura a lo largo del 2002. Caminar por las calles de su centro histórico declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO significa recorrer siglos de historia, arte y conocimiento y dejarse encantar por maravillas como su famosa Universidad, una de las más antiguas de Europa y que hoy sigue atrayendo a miles de estudiantes. Debemos recorrer sus calles y llegar hasta la Plaza Mayor, punto neurálgico de la ciudad, visitar sus dos Catedrales, la Nueva y la Vieja, el palacio de Casa de las Conchas, la Casa Lis, el Cielo de Salamanca, la Clerecía, el Puente Romano. Algunos de sus productos más típicos son los embutidos, el jamón de Guijuelo o el popular hornazo -una empanada rellena de huevo e ingredientes como lomo y chorizo.

Imagen de la catedral de Salamanca tomada desde el otro lado del río mirando hacia el puente que lleva a la ciudad. El puente se refleja en el agua del río y la Catedral aparece majestuosa de atrás del río.