Saltar el menú e ir al contenido principal de la página

Introducción

El río Miño, que atraviesa la ciudad en su curso medio, ha determinado la actual fisonomía de la capital orensana. Hace casi dos mil años, los romanos se instalaron en este territorio atraídos, entre otras razones, por sus aguas termales. El legado que mejor se conserva de aquella época es “a ponte vella” (el puente viejo), que conecta ambas orillas del Miño y que se ha convertido en el símbolo de la ciudad.

Monasterio de San Esteban de Ribas de Sil, situado en Nogueira de Ramuín, provincia de Ourense. Una imagen en la que se ve el gran tamaño del edificio del Monasterio con dos campanarios, situado entre montañas y con una gran cantidad de vegetación y árboles en un día nublado