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Introducción

Está situada en el límite entre dos grandes unidades naturales del relieve aragonés, el Valle del Ebro, al que pertenece Huesca, y los Pirineos, cuyas últimas estribaciones, las Sierras Exteriores, se levantan majestuosas a la vista de la ciudad. Huesca conserva el tesoro de su historia milenaria, en calles, restos arqueológicos, edificios. Fue una importante ciudad romana, llamada Osca -de ahí el gentilicio oscense, con el que todavía se conoce a sus habitantes.

Imagen bucólica del pueblo de Biescas en la que se ven casas con fachadas de ladrillo de piedra a la vista, tejados de teja de pizarra de color gris y la torre de la iglesia que sobre sale esbelta entre las casas. Al fondo de la imagen, nubes bajas que cubre parte de la montaña tupida de árboles.