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Introducción

La Costa Brava, con parajes protegidos como los que nos ofrecen el Parque Natural de Cap de Creus, los Aiguamolls de l’Empordà, el Parque Natural del Montgrí, Illes Medes, Baix Ter, así como los 200 km de litoral entre Portbou y Blanes salpicados por playas con distintivo de bandera azul, multitud de calas y acantilados. Pueblos pesqueros con encanto como Cadaqués o Calella de Palafrugell, los cuatro jardines botánicos junto al mar, el lago de Banyoles o la bahía de Roses, las ruinas greco-romanas de Empúries, las villas medievales, el barrio judío de Girona, la tradición ceramista de la Bisbal d’Empordà o el Triángulo Daliniano, la huella surrealista de Salvador Dalí, una tierra que ha servido de inspiración a escritores, poetas, músicos y artistas de todas las épocas.

Hermosa imagen del pueblo de Tossa de Mar tomada desde lo alto. Podemos ver el recinto amurallado que protege el centro de la ciudad, así como los tejados y parcialmente las fachadas de las viviendas edificadas sobre una pequeña colina con vistas a la playa y la costa. El mar está salpicado por pequeñas embarcaciones y multitud de boyas, mayoritariamente de color amarillo, delimitan la zona de baño.

Imagen del Castillo de Lloret de Mar tomada desde la playa. Desde aquí podemos ver pequeñas embarcaciones sobre la arena. Al final de la playa y sobre un montículo al límite de la costa, una escalera sube hacia el Castillo del que podemos ver parte de la fortificación, una torre y una almena. Varios árboles y matas crecen junto al castillo. El mar tiene diferentes tonalidades de azul y turquesa.

La Costa de Girona se ha convertido en un importante destino turístico, dinámico y moderno, pionero en el turismo europeo y situado a 70 kilómetros de Barcelona. Alberga playas de excelente calidad y un rico patrimonio cultural y natural con poblados ibéricos, castillos medievales, ermitas y jardines. Entre los lugares de mayor interés encontramos la ciudad de Gerona destacando la sobriedad de su Catedral y el Barrio Judío. También hay que mencionar el Lago de Banyoles y el pueblo medieval de Besalú. Ya en los Pirineos, es imprescindible visitar la Vall de Nuria, con su espectacular monasterio en medio del valle, no sin antes pasar por el fabuloso monasterio de Santa Maria de Ripoll.